lunes, 4 de enero de 2021

Comics por doquier (?)

Nunca pude aprender a dibujar. 
Cuando era niño, si dibujaba algo para regalárselo a mi madre, le tenía que explicar qué demonios eran los garabatos que colmaban la hoja. En la escuela también padecí mi impericia gráfica: había intentado escribir una suerte de poema para una chica que me gustaba. Al costado de las líneas, dibujé un cupido. La chica leyó el poema con cara de extrañeza, pero, lo que es mas triste aún, es que confundió mi versión de cupido con un niño ahorcado. Estamos hablando de que ambos teníamos unos ocho años. Imagínense cuando la chica gritó en medio del salón de clases, ante la mirada desorbitada de la maestra.  
Todo se intensificó cuando estudiaba dirección de cine. Sufría horrores al momento de hacer los benditos story boards, al punto de no quedar en claro si había dibujado a un grupo de personas reunidas o si se trataba de una tira de chorizos en estado de descomposición. Una desgracia. 
Un amigo dice que hay personas que no pueden dibujar una letra O ni con la ayuda de un vaso. Entiendo que lo dice para referirse a las nulas aptitudes de ciertas personas, pero, a la vez, define mi incapacidad a la perfección. 
Quizás por revancha, durante un tiempo escribí guiones para comic. Algunos pudieron concretarse. Otros, descansan en cajones sin fondo. Uno de los trabajos que pudieron ver la luz es "El sonido del averno", publicado en el 2015 en la revista de Fernando Sosa, "Al abordaje", y que cuenta con dibujo del artista marplatense Damián Plana.

El sonido del averno

"Lo que yace en la basura" es otro de los comics que pude realizar. Cuenta con dibujo de la artista española Paula Edith Suarez y, hasta el momento, permanece inédito. 
Más abajo, los links hacia ambos trabajos.

Lo que yace en la basura













domingo, 20 de septiembre de 2020

En el nombre de Satán - Cuentos satánicos (Editorial Cthulhu)

 


Se encuentra a la venta la antología "En el nombre de Satán - cuentos satánicos". 144 aberrantes páginas, en las cuales participo con mi cuento "Cruz diablo" junto a grandes exponentes de la actual narrativa de terror iberoamericana.

Índice:

"Daemonogénesis” de Fraterno Dracon Saccis

“Cruz diablo” de Hernán Marcelo Ferrari

“Profunda oscuridad (De mysteriis doom Sathanas)” de Connie Tapia Monroy

“La Misa del Esperma” de Randolph Markowsky

“La ciudad de los brujos” de Rigardo Márquez Luis

“Manías y perversiones del viejo Frank” de Pablo Espinoza Bardi

“El santo de Shaitan” de José Ángel Conde

“Congregación de cucarachas” de Poldark Mego

“Cabeza de cabra” de Angelique Reid

“Unión Macabra” de Carlos Enrique Saldivar

“El Paso” de Miguel Ángel Ortiz Aguilar

“Vida nueva y eterna” de Fernando Amaro

“La Herencia de Noah Gill” de H. A. Camacho


Más info en la página de Editorial Cthulhu


  Créditos foto: Editorial Cthulhu



martes, 15 de septiembre de 2020

Especial de Revista Gualicho


Ya está disponible la edición especial de "Gualicho", coordinada por "Revista Gualicho", "Terror Córdoba" y "Córdoba Mata". Diez cuentos imperdibles que pueden leer desde la plataforma Issuu o descargando acá.


Listado de cuentos:

Plexogénesis - Ariel S. Tenorio (ganador del concurso).

Parestesias - Ignacio Román González.

Hocicos espumosos - Diana Beláustegui.

Una partida de naipes - Hernán Marcelo Ferrari.

Lepidopterofobia - Micaela Ruiz.

Abstinencia - Emmanuel Torres.

El bosque - Oscar Salcito.

El otro yo - Dieter Haym Fielitz.

El último baile - Fernando Rodríguez.

Tracción a sangre - Diego Valdez.






lunes, 6 de julio de 2020

Descanso


Se acerca derramando lágrimas, repitiendo un nombre que me resulta ajeno. No lo soporto. Sin embargo, hay algo en su mirada, un destello de tiempos pasados que me encandila.
Al marcharse deja una rosa junto a mi morada. Espero que no regrese, no quiero recordar. Solo quiero descansar en paz.

Microrelato publicado en el portal de Editorial Aeternum

martes, 2 de junio de 2020

Detroit 1983 #3


Détroit: del francés, Estrecho.

(...)

No había ni plata ni fama ni la querían. Ni los músicos ni quienes bailaban.

(...)

Détruit: del francés, Destruído.

Detroit 1983 #3, fanzine de Mario Bocchicchio y Sergio Subero. Lenguas de fuego surfeando sobre ráfagas inmateriales. Más info acá y acá también

lunes, 1 de junio de 2020

Ausencias


Acaso no supo cómo dar contexto a su situación más que enumerando ausencias. Fue una mañana de pájaros ausentes, donde no despertó con un beso cálido ni con el aroma a café con leche inundando la habitación. Se inquietó ante la ausencia de luz, y sus pedidos de auxilio se ahogaron ante la ausencia de alguien que la asistiera. Descubrió con temor que sus recuerdos comenzaban a perderse en oscuros pasillos de su mente, y hasta su nombre se le hizo ausente.
Sin embargo, la incertidumbre no le dejó notar la carencia más significativa: la de sus latidos.


"Ausencias" integra el libro de microcuentos "Relatos infimos", publicado por Editorial Dunken. Más información acá.

lunes, 2 de marzo de 2020

Caldo de gallina



Cualquier excusa era válida para que mamá y papá pelearan. Luego de cada discusión, mamá caminaba hacia el corral de las gallinas, elegía una y le retorcía el pescuezo. Comíamos sopa durante varios días, y yo pensaba en que tal vez esa era su forma de hacer terapia.
A veces prefería deambular por el pueblo antes que oír la catarata de insultos que se dedicaban uno a otro. Un día regrese más tarde de lo habitual. El sol se perdía detrás de la arboleda del patio y los perros me recibieron inquietos, con un coro de aullidos desconsolados. La casa estaba en penumbras, iluminada débilmente por la intermitente luz de la cocina que papá había prometido arreglar tiempo atrás. Mamá estaba cortando huesos, mientras la sangre goteaba desde la mesada hasta el piso formando un charco oscuro. Pregunté por mi padre. «Salió», me contestó a secas. La caminata y las largas horas de escuela habían despertado mi apetito. «¿Qué hay para comer?», pregunté. Mamá giró hacia mí, cuchilla en mano, con una dulce sonrisa en su rostro. «Estoy preparando caldo de gallina. Poné la mesa para nosotros dos».
Cuando me asomé al patio para calmar el insistente ladrido de los perros, pude ver que las gallinas dormían en el corral. No faltaba ni una.

Esa noche, la cena estuvo deliciosa.